¿Cuántas veces ha venido a Colombia?

Hace muchos años fui a Colombia y a Cali, desde que empecé mi carrera con El Gran Combo en 1962. Y con La Dimensión Latina fui muchísimas veces, no recuerdo cuántas, pero siempre ha sido grato y es más grato regresar. Y esta vez vengo con mis hijos Harold y Andy y algunos músicos de mi orquesta para disfrutar de esta Feria, que es uno de los eventos más importantes que se celebran en América Latina.

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¿Qué es lo que más le gusta de Cali?

Su gente, su capacidad de disfrutar una fiesta es ya tradición en esta ciudad y la calidad humana que te hacen sentir el cariño del colombiano y del caleño. Cali es mucho más salsera que muchos países.

¿Cómo se siente el Niño de Transtalleres a los 66 años?

Me siento igual de niño que a los 22 cuando empecé con El Gran Combo, y posiblemente más feliz porque no tenía experiencia musical ni de vivencia, estaba empezando a caminar. Ahora puedo decir que conozco bastantes países, mucha gente, diría que estoy feliz de haber escogido esta carrera, que Dios me haya dado la oportunidad de poderme ganar el sustento y no poder descansar.

Y cuando coincido con compañeros como los del Gran Combo o la gente de la Dimensión Latina, con Gilberto Santarrosa o Víctor Manuelle, o toda este gente con la que comparto tarima y con un público que me brinda cariño y apoyo, no puedo pedir nada más. Es una familia que son como tus padres, tus hermanos, tus hijos, que ha crecido con esfuerzo en la pasión de la música y me siento chévere de poder disfrutar con ellos. Qué más puedo pedir. 9

Justamente, por la música usted conoció a su esposa en Venezuela...

Sí, mi esposa es Xiomara Acuña, es venezolana y periodista también. Ahora no más estuvo en Barranquilla cubriendo el BarranquiJazz como enviada especial del periódico Claridad, de Puerto Rico. Entonces son muchas las cosas que nos unen a ese país.

¿Puedo cantar en los grupos de su papá, que era bolerista?

Desde que tenía 8 o 9 años me gustaba cantar. La primera vez fue cuando estaba en bachillerato, tenía un tío que cantaba y tocaba guitarra y después hice una presentación en un centro nocturno, tendría 16 o 17 años. Pero profesionalmente empecé con la orquesta de Luis Morales seis meses antes de empezar con El Gran Combo.

¿Cómo conoció a Rafael Ithier y cómo se vinculó a El Gran Combo?

Yo lo conocía de espectador, iba cuando estaba estudiando iba a ver el grupo donde trabajaba Rafael con Ismael Rivera y Cortijo. Después el destino hizo que Ismael se separara y formara otro grupo, entonces me llamaron. Un estudiante del grupo de Cortijo le dijo que conocía una persona que cantaba y que creía que tenía potencial y me contactó.

¿Cómo fue ese mano a mano con Pellín Rodríguez, el otro vocalista de El Gran Combo?

Fueron quince años en los que nació una amistad que cruzó las fronteras a la hermandad.

¿Pero él era como más bohemio, no?

No, Pellín era una persona común y corriente que le gustaba echar bromas, pero era muy responsable con sus hijos. De hecho, uno de ellos es uno de los ingenieros más importantes en la investigación de la Nasa, fue quien investigó el desastre del Challenger, otro es un arquitecto. Era muy formal, lo que pasa es que era bromista, pero no era ni loco ni desordenado. Bohemio era mi padre.

En 15 años con El Gran Combo y 37 discos de puros éxitos ¿qué es lo que más recuerda?

Todos los años que estuve con El Gran Combo fueron importantes para mí, todo lo que hice con ellos, los éxitos como A mi Manera, Vagabundo, Las Hojas Blancas, Verano en Nueva York, Julia, Don Goyo, Matildelina, un tema colombiano que hicimos en ritmo de salsa... Añoro los años de El Gran Combo y me gustaría volver a grabar con ellos. Ojalá podamos hacerlo algún día. Eso no significa que vuelva a pertenecer, pero sí como invitado.

¿Es verdad que Vagabundo es un tema compuesto para su hijo Harold, hoy en día su mánager?

Ese tema es del maestro Tite Curet Alonso. Hay dos temas que es El Benjamín, que es con Harold, y otro que es Genio y Figura, que es con Andy Jr.

Después de esa época tan gloriosa con El Gran Combo, ¿cómo decide irse a Venezuela, a reemplazar a Oscar De León a La Dimensión Latina.

Reemplazar no es la palabra. A Óscar D’León no lo reemplaza nadie. No era a reemplazar sino a ocupar el espacio que había dejado Óscar D’León. La vida y el tiempo me dio esa oportunidad porque sino no estuviésemos hablando tú y yo ahora.

¿Es verdad que la oferta fue tan jugosa que le resultó imposible rechazarla?

Era tentadora, pero no sólo en lo económico, sino por el reto, que fue el que me llamó. Porque sino, me hubiese quedado en Venezuela, pero la abandoné y regresé a Puerto Rico.

Luego, ¿cómo decide aventurarse como solista?

Me gustan los retos. Por eso he hecho películas, obras de teatro y he cantado hasta zarzuela.

¿Y cómo le va como actor?