Para el intérprete de música sacra Abraham, la analogía que describe sus sensaciones tras cuatro años de ausencia de los estudios de grabación es la de un caballo cuando se abre la puerta de un establo. Tiene una furia incontrolable por correr, que en su caso equivale a su voz, que ansía ser escuchada.

“Estuve dos de los cuatro años trabajando fuertemente y encerrado en la composición para así no aburrir. Cada disco requiere una preparación y me gusta quedarme guardado para poder componer al lado de mi familia y de las bendiciones de Dios. Ahora estoy como los caballos, que cuando los sacas de la jaula les da una cosquilla... como que quieren salir corriendo sin frenos. Estoy con muchas ganas y ánimo de llevar un mensaje. Lo anhelaba y Puerto Rico lo necesita, no solo de mí, sino de miles que se levantan a llevar un mensaje a través de la música, del teatro, las artes...”, sostuvo el cantante cristiano, que la semana pasada lanzó su nueva producción discográfica “Gracias”.

Durante este tiempo, además de componer, el cantante se dedicó a sus negocios personales: una compañía de seguridad y un restaurante, sin abandonar su faceta de impartir charlas matrimoniales con su esposa Bethliza Cintrón.
Para este proyecto, Abraham volvió a grabar con su esposa -lo que él describió como “el dúo eterno”- el tema ‘Refúgiate en mí’. En esta ocasión, no le cantan al idilio amoroso de una relación, sino a “la reconciliación de la pareja que se pide perdón. Buscan perdonarse y unirse”.

Además, se unió por primera vez al “Sonero de la Juventud”, Víctor Manuelle, con el que grabó el tema ‘Mañana sale el sol’.

“Es como un son la estilo de (Carlos) Santana. Tan pronto le dije me dijo que sí. Víctor es muy humilde. La pasamos súper bien; me encantó trabajar con él”, contó.